Gracias por tomarte la molestia de plantear en unos cuantos párrafos las ambiciones filosóficas de tu empresa. Sin desear por mi parte —como bien apuntas— entrar en un debate que no nos llevaría muy lejos, quisiera brevemente compartir contigo mis impresiones personales mientras espero a que salga mi hija de su clase de guitarra. Son meramente opiniones...
1) Tu perspectiva está atrapada en demasiada teoría post-estructuralista franchute. Te confieso de entrada que el culto por la figura del intelectual post-marxista europeo me apetece muy poco. El excesivo desplante de menciones de Deleuze, Foucault, Ranciére etc. etc. etc. sugiere cierta ansiedad por sobreponerse al provincialismo intelectual. De buena onda te sugeriría que intentes sustentar tus propuestas en argumentos en lugar de montarlas sobre los pedestales de tus ídolos.
2) La ilusión de que el arte puede servir como instrumento efectivo de resistencia política es patentemente cada vez más hipócrita, patética y ridícula. Tus acertadas observaciones acerca de la expo en el Amparo ponen en evidencia la bancarrota de tal pretensión.
3) Si, como dices, Miguel Ventura y HIto Steyeri han dejado de hacer arte en protesta al status-quo del arte contemporáneo, les deseo la mejor de las suertes. No por ello pasan a ser los héroes del momento. Han habido miles y miles de artistas que han dejado de hacer arte por razones similares, sin hacer ruido ni pensar que ello implica un acto de resistencia. La resistencia auténtica tendría que armarse alrededor de una huelga generalizada de artistas que se negaran a participar en el medio. Y ya quiero ver cuántos de nosotros nos resistiríamos a acceder a la invitación a participar en la siguiente Documenta! Puta sí....
4) Yo no me suscribo a las tendencias anarquistoides que reverberan en tus líneas. Pero si piensas que hoy en día la humanidad requiere urgentemente la acción política que logre desmantelar el "estado de ocupación ideológica", te recomendaría personalmente que dejes atrás las pendejadas del arte contemporáneo y mejor inviertas tus esfuerzos en algún vehículo que realmente pueda ser efectivo-- como la prensa, las ONG, la propia política o de plano el terrorismo.
5) Pero no la chingues-- Si vuestra estrategia a seguir ambiciona montar un sistema basado en la resistencia francesa durante la ocupación nazi, tu y tus colegas no llegarán muy lejos. Según recuerdo, de Gaulle hubiera quedado borrado de la historia (en efecto, invisible e imperceptible) si no fuese por los muy perceptibles cañonazos de los yanquis.
6) El bosquejo que pintas del conflicto Israelí-Palestino está descaradamente inflamado por una extrema des-in-formación, tu aparente ignorancia de la historia del conflicto y un maniqueísmo que parece infectar el resto de tu visión.
7) Finalmente, el esconderte detrás de un pseudónimo es un estratagema más bien cobarde. Tu vida no está en riesgo por criticar a algunos artistas. Como se dice entre los puercos capitalistas; Put your money where your mouth is...
8) A pesar de todo lo anterior, las lecturas de las obras de arte en cuestión en tus reseñas son generalmente puntuales, y resulta refrescante que se ventilen dentro de nuestro pinche y mediocre medio. Yo ya hace tiempo que me di por vencido y dejé la pluma (o el teclado...)
Deseándote un feliz y próspero año,
Y.
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