Para Roland Barthes, un texto ideal es aquél que es
reversible, es decir, que está abierto a la mayor variedad posible de interpretaciones
independientes, que no se restringe a un único significado y que activa al
lector en el proceso de lectura. La noción de texto abierto es inherente al proyecto
político-estético anti-totalitarista de los intelectuales de la Francia de la
posguerra (o post-estructuralismo) e implica que toda lectura de un texto es
una interpretación, y que cada punto final, es una invitación a su reescritura. El CIJ no tiene miedo a las consecuencias o repercusiones ni
al aislamiento social que resulte de sus actos y palabras. Nos auto-acusamos de
ser terroristas, ya que con cada uno de sus textos, el CIJ se auto-inmola y
pierde la oportunidad de ser invitado a participar en
simposios, conferencias, publicaciones, conversatorios. El CIJ no tiene nada que ganar, y mucho menos nada que
perder. Reconoce (y espera) no tener siempre la última palabra (aunque la
respuesta no esté a su altura).
Y aprovecha esta entrada para conmemorar los 65 años de la
Nakba (o catástrofe) Palestina.
ooh no era más largo esto en el original y más personal
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=YjaoIHbVB8k Gracias
ResponderEliminar!SOLIDARIDAD CON EL CNTE!
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