sábado, 31 de julio de 2010

PÁNICO DE ENTROPÍA E IDEOLOGÍA DESARROLLISTA EN EL CAPITALISMO TARDÍO




El video es un espot de “Das Handwerk,” una campaña publicitaria alemana que celebra e intenta dar visibilidad al trabajo manual y artesanal. Hoy en día, en los países llamados “desarrollados” o de primer mundo, la mayoría de los habitantes se dedican a la labor inmaterial (gestión, comercio, servicios, creatividad), la mano de obra está conformada por una masa invisible de inmigrantes, y la producción industrial ha sido delegada al tercer mundo desde hace al menos dos generaciones. Así, el trabajo manual – o el lazo que existe entre producción y consumo – se ha hecho invisible. El video intenta hacer conciencia de ese lazo mostrando un mundo en el que el trabajo manual desaparece gradualmente. La narrativa se centra en una pareja: él está en su oficina casera (en el típico setting post-fordista que borra la distinción entre espacio y tiempo de trabajo y privado) y ella en la calle; van experimentando horrorizados como el mundo “sin mano de obra” comienza a desintegrarse alrededor de ellos (de forma similar a la escena en la que se desintegran el mundo y los humanos en la película de ciencia ficción: "The Day the Earth Stood Still," 2008). En un momento dado se juntan en la calle para seguir siendo testigos de la desintegración de la civilización hasta que de pronto se encuentran inexplicablemente atrapados en el mundo neardental, que más que un ambiente natural, parece parece el débris de una ciudad bombardeada. Desprotegidos y desnudos, comienza a lloverles encima mientras que intentan inútilmente encender fuego con el método ancestral de frotar dos palillos.

No es azaroso que el mundo que muestra el espot sea uno en el que el trabajo manual tenga el rol de ser la base de la civilización y de la cultura; y que su desaparición (o su no valorización: hypérbole en la que se inspira el video) de lugar a un tipo de Apocalipsis en el que los tornillos se desatornillan, los archivos se despapelan, la comida, la prensa, los metales, los edificios, los zapatos, las paredes, edificios y calles enteras se desintegran súbitamente en un retroceso frustrante a la época invención al fuego. La lógica que sustenta al espot tiene que ver con el lazo ideológico que predomina actualmente entre desarrollo y tecnología, riqueza y bienestar (Wellness), que es lo que también sostiene al capitalismo tardío. Otro lazo ideológico que aparece en el video es el dibujado entre cultura y civilización, cuando una orquesta entera se deshace seguida de la desintegración de edificio neoclásico (¿Un museo en Berlín?).

Desnudos ante una naturaleza (por cliché) hostil,
la pareja aparece en un affiche que es también parte de la campaña,
mostrando el retroceso del “Wellness” (o SPAs) al baño en el río.

Se hace evidente que la narrativa de la campaña se encuentra incrustada en la ideología desarrollista (“Developmentalism”) que predica que civilización, progreso, cultura y desarrollo van de la mano junto con el individualismo y la descentralización de los mercados, lo que ha dado lugar a objetos de consumo como: la penicilina, el aire acondicionado, el maíz de alto rendimiento, el auto, el iPod, y por lo tanto a menores tazas de mortalidad y mayor calidad de vida. Sin embargo, detrás de las idea de desarrollo, de “crecimiento” y “mejora” está un intento por camuflar la batalla en contra de la entropía y la decadencia en nombre del bienestar (individual) que alimenta al capitalismo tardío, al igual que hace invisible la brecha que el “progreso” y la “tecnología” abrieron entre el hombre y la naturaleza –hoy inconcebible si no es manipulable o modificable (ver: la geoingeniería y las soluciones “cosméticas” que se han propuesto al cambio climático) de acuerdo con la actual lógica de acumulación; es por ello que en el video, el hombre lanzado a naturaleza sin herramientas para “dominarla” implica el Apocalipsis absoluto.

Además, la dogmática oposición entre tecnología y naturaleza que sustenta la narrativa del video (y a la ideología capitalista) reduce a la tecnología a ser una herramienta o mecanismo para controlar y manipular a la naturaleza. Tal vez sería hoy más fructífero concebir a la tecnología de forma distinta, por ejemplo, de acuerdo como lo expone Gilbert Simondon en su libro: “Del modo de existencia de los objetos técnicos” (1958). Simondon argumenta en contra de la reducción de la tecnología (que en su concepción va desde un martillo a una computadora) a una función utilitaria porque para él es más que eso; según él la tecnología es primero, un conjunto y segundo, un proceso de invención (y por lo tanto creativo). De esta manera, la idea de tecnología incluye las relaciones entre las herramientas y máquinas y entre éstas y los seres humanos que las usan dentro de su ambiente o entorno, considerando también la calidad y forma de los materiales con los que interactúan. Para Simondon, naturaleza, herramientas, máquina y hombres están interconectados de diversas y complicadas formas debido a los esquemas conceptuales que sustentan sus usos; así, la tecnología excede propósitos ultilitarios, descubriendo y produciendo redes de relaciones complejas, y en lugar de alienarnos del mundo natural (como lo implica el video), funciona como mediador entre la naturaleza y el hombre.

En cambio, la narrativa desarrollista del video fetichiza al trabajo manual (y a su supuesta función de dominar la naturaleza), curiosamente en una sociedad en la que predomina la labor inmaterial. Uno de los eslóganes de la campaña es: “Die kurze Geschichte des Handwerks: Rad erfunden, Pyramiden gebaut, Mars erkundet, Abfluss repariert.” (Corta historia del trabajo manual: descubrimiento de la rueda, construcción de las pirámides, conquista de Marte, reparación de las cañerías). Este slogan reafirma la fantasía del hombre como Señor absoluto del universo que tiene al avance y al crecimiento entre sus manos. Sin embargo tanto el crecimiento como el desarrollo han probado no ser sustentables debido a su alto coste energético, económico, ambiental y humano. Incluso se ha hablado de la idea de “decroissance” (descrecimiento – que es distinto al “crecimiento negativo”) como meta política. Ésta es una idea avanzada por el antropólogo francés Serge Latouche que de hecho actualmente, con la crisis financiera global, se ha convertido en una realidad operativa. Es decir, el desmoronamiento del sistema industrial, la disminución del poder de adquisición de los consumidores, entre otros, han logrado que el descrecimiento ya no sea un programa para el futuro con resonancias (para algunos) hippies, sino que está aquí para quedarse. El problema inevitable del descrecimiento es que la cultura de la sociedad contemporánea no está preparada para “descrecer,” ya que la organización de la sociedad se basa precisamente en la idea de la expansión sin fin, del consumo y del crecimiento del Producto Interno Bruto. Además de que el alma moderna haya sido moldeada por conceptos como privatización, satisfacción sin fin, la asociación entre riqueza y poder de adquisición (para “mejorar” o “simplificar” la vida diaria), etc. Y que la psique colectiva esté construida a partir no del placer sensual sino del placer de poseer y adquirir instrumentos y prótesis para "mejorar" formas de vida.

Fuentes:

  • William Easterly, “The Ideology of Development,” Foreign Policy (Julio-Agosto 2007) disponible en red: http://www.nyu.edu/fas/institute/dri/Easterly/File/FP_Article0707.pdf.
  • Entrada sobre Simondón en el blog “The Pinocchio Theory” (de Stephen Shaviro) disponible en red: http://www.shaviro.com/Blog/?p=298
  • Comité Invisible, "The Coming Insurrection," disponible en red: http:// libcom.org/library/coming-insurrection-invisible-committee

Postscript: Ver artículo en Le Monde Diplo (edición en inglés) sobre una nueva comunidad de colonos recientemente migrados al área de las montañas Cévennes en Francia. Viven bajo la filosofía de la "décroissance" (degrowth, descrecimiento), un movimiento medioambental que aboga por el descrecimiento desgeneralizado -por lo menos en las naciones "desarrolladas." No son luditas y buscan vidas mejores para ellos y sus hijos; estos "néos" en las Cévennes son artesanos, artistas, trabajadores sociales, traductores, activistas... muchos se prepararon para venir entrenándose como granjeros, o para hacer quesos o pan. Muchos eran profesionales urbanos o tienen doctorados, eran viajeros u ocupas (squatters). Este éxodo de las ciudades al campo comenzó en 1980... unos personajes de la película "Vagabond" de Agnés Varda de 1985 pertenecen a esta tendencia...
Ver: Tom Genrich y Michele Perry, "Settlers by Choice," http://mondediplo.com/2010/08/11settlers





http://mondediplo.com/2010/08/11settlers

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